viernes, 20 de febrero de 2015

Cosquín Rock - Parte 3 - La esperanza. Fin de la trilogía

Hey hey, my my
el rockanroll no morirá jamás,
hay más en el cuadro 
de lo que puedes ver

Hey hey, my my
Fuera del azul y dentro de lo negro,
pagaste por esto, pero te dan aquello,
y una vez que te fuiste, no podrás regresar,
fuera del azul y dentro de lo negro…

Nunca viene mal citar al gran Neil Young y sobre todo en la parte que dice pagaste por esto pero te dan aquello. Lo que recibí desde arriba del escenario fue más importante en los alternativos que en el principal. La esperanza de que de una vez por todas la periferia llegue al centro es más una utopía que una sensación. Como a la vez, no me gustó nada enterarme que Pez estuvo en el mismo por obra y gracia de Andrés Calamaro. Me hubiera gustado quedarme con la sensación de que llegaron por los méritos que tienen en demasía y no por la mano de un mecenas. Pero en esta vida para llegar a algún lugar siempre necesitás la mano del otro que en un momento te dice quien sos y vos tenés que acatar ese mandato.
En nuestro país a una banda de nivel medio, con un disco grabado dentro de la mediocridad y con algunas canciones para tararear, le lleva más de diez años, hacer una audiencia propia y lograr ganar algo de dinero en un concierto producido por ellos. Una vez que esto sucede y logran que un tema suene en la radio, el ego es tan grande que no les deja ver que su producto en otro país no llega a rankear en un festival barrial, sin con esto, desmerecer a esta clase de eventos. 
Pero, ya lo dijo Aristóteles, 300 años antes de Cristo y como buen rockero, el General Juan Domingo se apoderó de la misma. “ La única verdad es la realidad”. Esta tautología sirve para defender algo que no existe ante las críticas. El rock en Argentina está con el corazón débil y para curarlo nos va a llevar un largo tiempo. Lo único que les pido ya lo dijo Andrés: canten putos.


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