Decadencia: a modo de broma pronuncié la frase:“ estoy en decadencia “después de haberme dado cuenta de que había estado más tiempo sentado en una reposera tomando cerveza en una carpa camino al predio que dentro del mismo. Un sicólogo dirá que este vital elemento es el camino de escape para no enfrentar la realidad. En palabras salidas de mi propia boca, expreso que en el momento mismo en que vi una infraestructura de primer nivel puesta al servicio de bandas como Ciro y los Mersas, Las Pastillas soporíferas del Abuelo, El Bordo, La Beriso, Kapanga, Planeador V, Don Osvaldo, Rayos me aburro Láser, De la Rivera, La Que Faltaba y La Perra que lo Parió, entre otras, fue un golpe de knockout. Es ahí cuando maldecí no haberme quedado en el puesto tomando birra y escuchando a los Redondos.
Cuando pensás y hacés un análisis rápido llegás a la cuenta de que el productor no tiene culpa, porque esas bandas que maldigo son convocantes y por ende, al público les gusta. Lo malo es que muchos de los futuros críticos o periodistas de rock van a llegar a ocupar lugares en los medios habiendo escuchado solamente bandas y solistas del mal llamado rock nacional.
Párrafo aparte,la demagogia esgrimida desde el escenario. El famoso gracias y que bueno estar ….. Queridos músicos están ahí porque no hay nada nuevo en el horizonte, hacen rentable el festival y suerte que no ocurrió nada malo porque sino se hubieran borrado como lo hizo el gran Pato y sus amigotes que están sueltos y el famoso productor al que tanto veneran lo mandarían al muere como sucedió con Omar Chabán. Pero es lo que hay. Por suerte, al igual que la cerveza que estaba bien helada, había cosas para alegrarse. Pero eso lo dejo para mañana. Por ahora, solo la decadencia y pensar al rock como un acontecimiento social.
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