miércoles, 18 de febrero de 2015

Cosquín Rock. Parte 2 - La Alegría.

Cosquín Rock. Parte 2 – La alegría. Falta la esperanza
 La gran alegría que tuve en el Cosquín Rock fue no ver sobre el escenario a León, soy un hombre bueno y busco amar y ser amado, Gieco. Charly, los dinosaurios van a desaparecer pero yo sigo, a pesar, de que no se me escucha lo que canto, García. Tenemos en Uruguay al Pepe, el aborto y la marihuana legalizada, pero vivimos la mayor parte del tiempo en Argentina, porque nos permite comer,  de los uruguayos de NTVG y La Vela Puerca. Calle, vivo en Manhattan en la 5th Avenue, pero para los giles de Latinoamérica, en la 13.
Como así también saber que Molotov grabó un DVD, disco, lo que sea; evento para no verlos por un rato, que espero sea largo. Pero, esto es un deseo, porque seguro que en el 2016 estarán presentándolo. Debo reconocer que tanto la banda de Puerto Rico como la de México en sus inicios me sacudieron la modorra, pero hoy no me generan nada. En síntesis: más de lo mismo.

Pensaba que este mal llamado rock nacional, nombre impuesto por la dictadura y que explotó en taquilla y difusión por obra y gracia de Daniel Hadad, otro facho, que tuvo la genial idea de hacer La Mega, no tiene recambios desde hace un largo período de tiempo. Como si esto fuera poco, el Correo Argentino, le brinda un homenaje a Luca, un italiano, con una estampilla. Por algo, no me voy de este país. Si es lo más hermoso para vivir. En qué lugar del mundo me voy a reír como acá. Falsos progres criticando al imperialismo cuando el ahora dueño de la radio, que pasa rock nacional que no es la estatal, es empresario petrolero. Por ende, hace mierda la naturaleza. Pero eso es un tema que al rock no le importa. El origen del rock está en el negocio. Sam Phillips la tuvo claro cuando hizo grabar a Elvis, un blanco cantando como negro, porque era la única forma de imponerlo. Pero algo ocurrió y me golpeó la mandíbula: “…Alguna vez no supe renunciar / y me sirvió para sufrir /Porque vivir no es vivir / sin libertad y quien querer / Voy a poder.../si nunca sale el sol!...../ Voy a escribir mil veces mas / canciones que ya escribi…”.  “Canten putos”, dijo Calamaro cuando terminó de cantar Gaviotas. Por primera vez alguien hizo algo que no estaba en el manual del famoso: “una que sepamos todos”. El placer de la canción. Esto fue una gran alegría que tanta agua y barro no pudo sacarme.


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