Marcos López, hijo de un
ingeniero y una docente de escuela primaria. Fue en 1978, en el Mundial de
Fútbol cuando la Argentina gritaba los
seis goles dudosos al seleccionado de Perú que estando en la cancha y viendo
como trabajaban los fotógrafos que cubrían el partido decidió que iba a ser uno
de ellos.
De ahí en más, Marcos
estudió cinco años de Ingeniería con la certeza de que sólo le importaba tomar
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