martes, 18 de marzo de 2014

El Velorio del Rock

Marcos López, hijo de un ingeniero y una docente de escuela primaria. Fue en 1978, en el Mundial de Fútbol cuando  la Argentina gritaba los seis goles dudosos al seleccionado de Perú que estando en la cancha y viendo como trabajaban los fotógrafos que cubrían el partido decidió que iba a ser uno de ellos.
De ahí en más, Marcos estudió cinco años de Ingeniería con la certeza de que sólo le importaba tomar fotos.
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La fotografía titulada “Asado en Mendiolaza que terminó siendo un ícono del arte pop argentino sucedió en octubre de 2001, dos meses antes de la gran debacle argentina que terminó con la huida de De la Rua. De ahí que poco tiempo después, infinidad de críticos dijera que ése ,el de Marcos López, había sido el verdadero “último asado nacional”. Una suerte de presagio. La anticipación de una decadencia que jamás llegó, porque jamás se fue.


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